La Constitución no es un objeto decorativo

El Rey Felipe VI no ha querido dejar pasar la oportunidad que le brindaba su intervención en el Foro Económico Mundial de Davos, ante setenta jefes de Estado y de Gobierno, para despejar las brumas que determinados líderes políticos nacionalistas van sembrando por el mundo. Una vez más, el Rey ha transmitido una imagen de solidez y confianza muy necesarias en este momento. Con una defensa ponderada y transparente de la democracia española y de nuestra Constitución, el Rey ha insistido en que el cumplimiento de la ley es garantía de toda democracia.

Felipe VI ha explicado que la Constitución no es un mero objeto decorativo sino la “auténtica expresión de la voluntad de nuestros ciudadanos y un pilar fundamental de nuestra coexistencia democrática”.

Para el monarca español, los recientes acontecimientos vividos en Cataluña, que han supuesto un intento de socavar las reglas básicas del Estado democrático, no han sido solo una lección para España. Suponen una enseñanza para las democracias en general, en la medida en que es necesario preservar el respeto a la ley como uno de sus pilares de la democracia, así como el pluralismo político y el principio básico de la soberanía nacional, que reside en todos los ciudadanos.

Ante la élite política y económica del mundo, el Rey ha reiterado el compromiso de España con un proyecto europeo inmerso en una transformación de largo alcance, que debe desarrollarse como un proyecto de valores, sin pausas ni fisuras.