Las contradicciones de esta legislatura

Después de la ronda de contactos que mantendrá en las próximas horas con los líderes de los grupos parlamentarios, excepto VOX, Pedro Sánchez comparecerá el próximo 26 de marzo en el Congreso para explicar cuáles son los compromisos adquiridos con la Unión Europea y la OTAN respecto al incremento de gasto militar. En los encuentros con los líderes políticos Sánchez no podrá hablar en nombre de todo el Gobierno. Como ya le ha dejado claro Yolanda Díaz, una parte no desedeñable de quienes le mantienen en la Moncloa se opone a ese incremento de gasto en Defensa, dado que toca una de las fibras sensibles de su identidad, el antimilitarismo. Pero también es verdad que Podemos y Sumar llevan la tensión en el seno del Gobierno hasta un extremo asumible, para luego aceptar los postulados socialistas con tal de seguir en el poder. Todo un caso de incoherencia.

Las desavenencias internas dentro de la coalición ponen en evidencia las grandes contradicciones de esta legislatura. La primera es que Sánchez evita a toda costa el control del parlamento con lo que está dedicado todo el tiempo a buscar fórmulas alternativas para sortearlo. Y segundo, para que pueda sacar adelante su gasto añadido en Defensa tendrá que recurrir al apoyo del PP, un partido con el que, en principio, debiera consensuar una política de Estado en esta materia. La ausencia total de voluntad de acuerdo con el principal partido de la oposición convierte al gobierno de Sánchez en una permanente anomalía.