Dar la palabra a los españoles

Pedro Sánchez ya ha conseguido lo que tanto deseaba, ser Presidente del gobierno de España, aunque para conseguirlo ha tejido una alianza de partidos que pone en grave riesgo el bien común de la España constitucional nacida del consenso de la Transición. Han sido los apoyos de los herederos políticos de ETA, de quienes han pretendido dinamitar la Constitución rompiendo la unidad de España, y de la izquierda radical de Podemos, los que han hecho posible que el socialista Pedro Sánchez llegue a la presidencia. Por primera vez en la historia de nuestra democracia será Presidente un político que no ha ganado jamás unas elecciones y que sustenta su mayoría parlamentaria en los enemigos de la Constitución.

A partir de ahora Sánchez va a pasar por una tormentosa travesía política, sin un proyecto claro, con unos Presupuestos que acababa de denostar y con unas pesadas facturas que sus apoyos no van a dejar de pasarle. Una vez consumado este giro dramático, lo razonable sería que Sánchez convoque cuanto antes unas elecciones para dar la palabra a los españoles. Por desgracia, eso no parece estar ni en sus cálculos ni en los de sus apoyos.

Tiempo habrá para hacer balance de la presidencia de Mariano Rajoy, que se ha despedido con sobriedad y elegancia de la Cámara. En todo caso, es de justicia reconocer su modo de afrontar la tremenda factura de la crisis económica, evitando el rescate de nuestro país, y la defensa del Estado de Derecho en Cataluña, ante el mayor desafío que ha sufrido nuestra democracia tras el 23-F.