Demagogia para comenzar el curso

Pedro Sánchez ha inaugurado el curso político con dos anuncios cargados de demagogia y populismo. El primero, “más dinero” para las autonomías, y el segundo, “más impuestos” a los ricos. La necesidad de oscurecer el pacto firmado con ERC sobre la financiación de Cataluña, el llamado “cupo catalán” para tranquilizar a los barones socialistas, ha hecho que se saque de la manga la propuesta de un nuevo sistema de financiación autonómica que calificó de “más justo” y que responde además a un modelo de descentralización de España. 

Palabras vacías. Este modelo servirá, según el presidente del Gobierno, para que las Comunidades Autónomas reciban más dinero del que recibieron con el último Gobierno del PP. Una vez más, las palabras de Pedro Sánchez están destinadas a esconder la realidad de lo que ha pactado con los nacionalistas catalanes. Manejar la retórica sin concretar de dónde sacará ese dinero no es más que una estrategia para desviar la atención.

El segundo eje del discurso fue el populismo fiscal, encadenando una serie de frases propias de autócratas latinoamericanos. 

Su obsesión a la hora de identificar al PP con la insolidaridad de las políticas neoliberales y de ejemplificar esto con la Comunidad de Madrid refleja que la política de Sánchez, sin mayoría parlamentaria asegurada y sin Presupuestos Generales, se basa en hacer oposición a la oposición y en construir un enemigo para permanecer en el poder. Se abre un curso político en el que se agudizará el deterioro institucional y aumentará el desafecto social.