Desterrado el Presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua

El régimen de Daniel Ortega ha expulsado del país al obispo de Jinotega y Presidente de la Conferencia Episcopal Nicaraguense monseñor Carlos Enrique Herrera. Son tres obispos ya los que han sido desterrados por el Gobierno sandinista, que ha enviado a Guatemala a quien es la cabeza de la Conferencia Episcopal de ese país. El motivo es que monseñor Carlos Enrique Herrera, de 75 años, pidió durante una homilía en la catedral por los que no respetaban el culto, dado que estaba siendo boicoteado con ruidos estruendosos durante la misa. 

Monseñor Herrera había denunciado hace tiempo el bloqueo que el Gobierno tiene sometido a las donaciones exteriores para la Iglesia. También se había referido, en vísperas de las pasadas elecciones farsa del 7 de noviembre, a que los ciudadanos deben impulsar el cambio social, a pesar del “temor, desconfianza e inseguridad” que se vive en el país.

Nicaragua es un país en el que se ha impuesto el miedo y la persecución contra quienes defienden la dignidad de la persona y la convivencia en libertad y en democracia. Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo son conscientes de que la Iglesia Católica es la institución con mayor credibilidad. Desde los tiempos del dictador Somoza, la Iglesia ha denunciado las injusticias y la vulneración de los derechos humanos. Mientras Ortega ha doblegado a la empresa con procesos de nacionalizacion, ha ilegalizado los partidos políticos y ha impuesto el control en los medios de comunicación, la Iglesia es la única institución libre de referencia con una voz profética. Una Iglesia que contribuirá decisivamente a reconstruir el país una vez que acabe esta trágica dictadura.