Financiación autonómica

Hace tiempo que se debería haber modificado el sistema de financiación de las Comunidades Autónomas. 

Tiene sentido que las Comunidades tengan más capacidad normativa para las tasas y los copagos. Pero el asunto pendiente es que sean verdaderamente responsables de la política fiscal que llevan a cabo con los impuestos que tienen cedidos; que la subida o bajada de impuestos se traslade de forma inmediata a los contribuyentes y a las regiones en las que los contribuyentes tributan.

Nada de esto se va a resolver con el cambio del sistema fiscal para Cataluña pactado con ERC. El acuerdo, que en estas horas defiende el PSOE, le da a Cataluña competencias para recaudar todos los impuestos a cambio de pagar una cantidad al Gobierno Central. Es un auténtico concierto económico como el que está en vigor desde la Transición en el País Vasco.

A pesar del coste político que supone para el PSOE el acuerdo, que se refleja en una bajada de la intención de voto desde el pasado mes de junio, es difícil que ahora dé marcha atrás. Por eso dentro del PSOE algunos buscan reducir sus efectos. 

Para ello el Gobierno no debe perder su capacidad de recaudar en Cataluña, y la aportación de Cataluña a las arcas del Estado y a la financiación de otras Comunidades Autónomas no debe reduzca de forma significativa. Pero eso sería una enmienda a la totalidad al acuerdo con ERC.