Inquietante tensión entre China y EE. UU.
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Madrid - Publicado el
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El presidente chino, Xi Jinping, ha afirmado que su país está preparado para cualquier tipo de guerra con Estados Unidos. Y, como es sabido, todas las guerras comienzan con una confrontación verbal. La escalada de tensión entre China y EE. UU. corre el riesgo de convertirse en algo más que un conflicto comercial o arancelario, y subestimar las declaraciones de Xi Jinping sería una imprudencia temeraria. Que el orden internacional está redefiniéndose es un hecho. El talante de actores internacionales como Putin, Xi o Trump, en un contexto en el que Europa aún no ha reivindicado su papel, augura también una tensión con consecuencias imprevisibles. Por ello, la diplomacia, la mediación y el respeto por las reglas deben ser más importantes que nunca.
Lamentablemente, las soluciones del pasado no parecen ya suficientes para restaurar un orden que hoy se encuentra amenazado desde distintos frentes. Este escenario de advertencias cruzadas —agravado por las declaraciones del secretario de Defensa de EE. UU., quien ha asegurado que su país también está preparado para la guerra— será determinante en la evolución de otros conflictos, como la guerra en Ucrania y la inestabilidad en Oriente Medio. Nada de lo que ocurra en los próximos meses podrá entenderse sin observar atentamente la relación entre Washington y Pekín, una relación en la que Europa no puede limitarse a ser un mero espectador.