'Línea Editorial'
Israel, Estado judío
A partir de ahora, los derechos de la población árabe con nacionalidad israelí, que supone un veinte por ciento de sus habitantes, quedarán en un segundo plano.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El parlamento israelí ha aprobado una ley según la cual el Estado de Israel pasa a ser “hogar nacional del pueblo judío”. Israel se defines así como Estado judío, lo cual va en contra de la declaración de independencia de 1948, en la que Israel se comprometía en el desarrollo de todos sus pueblos, bajo los principios de libertad, justicia y paz. En esa misma declaración también se comprometía el nuevo Estado a reconocer la plena igualdad de todos sus ciudadanos al margen de su religión, raza o sexo, al tiempo que garantizaba la libertad de conciencia, de idioma, de educación y cultura. Setenta años después, el parlamento israelí ha optado por asumir un nacionalismo que ha merecido duras críticas dentro y fuera del país, como las del gran director de orquesta Daniel Barenboin, que advierte del riesgo de un régimen de “apartheid”.
A partir de ahora, los derechos de la población árabe con nacionalidad israelí, que supone un veinte por ciento de sus habitantes, quedarán en un segundo plano, y su idioma no tendrá ya efectos oficiales. Para los diputados de esta minoría, en la que figuran tanto musulmanes como cristianos, la ley aprobada supone la muerte de la democracia. Y lo que puede ser peor: se deja abierta la puerta para la atribución futura de la soberanía sobre la Cisjordania, lo que supondría el cerrojazo definitivo a las negociaciones de paz con los palestinos.