Las reformas necesarias en la acogida a refugiados

«Se están haciendo las cosas a medias», poniendo «parches» en lugar de buscar soluciones. Este diagnóstico resume las conclusiones del informe sobre el sistema de acogida a solicitantes de asilo en España, presentado por el Servicio Jesuita a Migrantes y las universidades de Deusto y Comillas. Tras el colapso de 2015, el gobierno hizo un esfuerzo para dotar de más medios la atención a refugiados, pese a lo cual la aportación española sigue siendo muy inferior a la que le correspondería por su peso en Europa.

Algunas propuestas del informe, sin embargo, no requieren tanto inversiones como mejor coordinación, y sobre todo flexibilizar y desburocratizar los procesos. Un ejemplo es la homologación de títulos. Uno de cada cinco refugiados es licenciado, pero no se les reconocen sus estudios, por lo que, agotadas las ayudas, se dedican a encadenar empleos precarios con períodos de desempleo, mientras malviven en pisos compartidos. Esto supone una pérdida para la sociedad española, que por lo general ha respondido con generosidad a la crisis de refugiados. Hace falta un marco legal claro que facilite que la Administración, las ONG y la sociedad en su conjunto sumen esfuerzos para facilitar la integración. Es un deber de humanidad, pero también puro sentido común, para que los esfuerzos den el máximo fruto posible.