LÍNEA EDITORIAL

El mandato era para convocar elecciones

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José Luis Restán

Publicado el - Actualizado

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La derrota que ha sufrido el Gobierno en el Congreso este viernes ante la votación del techo de gasto y los objetivos de estabilidad presupuestaria refleja a las claras la debilidad de Pedro Sánchez para continuar al frente del Ejecutivo. Sánchez no ha recibido más respaldo que el del PNV. Ni los nacionalistas ni Podemos le han querido dar su apoyo en el primer paso para aprobar el nuevo presupuesto. Podría darse la paradoja de que el PSOE siguiera en la Moncloa solo prorrogando un presupuesto del PP.

Lo sucedido en las últimas horas refleja que Sánchez quiere estirar de forma exagerada el respaldo parlamentario que consiguió tras la moción de censura. El presidente del Gobierno lo es porque una mayoría de la Cámara quería echar a Rajoy. El mismo Sánchez en su discurso de investidura se comprometió a convocar elecciones. Solo después se ha manifestado su voluntad de agotar una legislatura a todas luces imposible. Sánchez está en manos de unos grupos parlamentarios que le pasan constantemente factura.

Sánchez no puede someter el bien común de todos los españoles a su propósito personal de ser presidente el mayor tiempo posible. Tampoco el bien del país puede estar a merced de su proyecto de recuperar electoralmente al PSOE desde el poder. La geometría variable del Congreso, con la que pretender seguir adelante, es una geometría prácticamente imposible y además es nociva para el interés de los españoles.

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