El Papa al pueblo Mapuche

El Papa Francisco no ha eludido uno de los conflictos enquistados en la sociedad y en la política chilena, las reivindicaciones de identidad cultural y política del pueblo Mapuche. Con una homilía nacida de la sabiduría del Evangelio de la unidad y de la paz, el Papa ha ofrecido en Temuco, corazón de la Araucanía, un mensaje de esperanza para los mapuches, recordando que es necesario un cambio de mentalidad para reconocer la riqueza que cada pueblo tiene que aportar, “dejando de lado la lógica de creer que existen culturas superiores o inferiores”. De esta forma Francisco se sitúa en la huella de lo dicho por San Juan Pablo II hace treinta años en ese mismo lugar.

Francisco ha subrayado que la unidad de los pueblos no significa uniformidad. La unidad se acrecienta con el ejercicio de la solidaridad real. En una clara advertencia a quienes han elegido la vía de la violencia para sus reivindicaciones, el Papa ha dejado claro que ésta nunca es la solución adecuada para resolver los conflictos, al contrario, en lugar de impulsar los procesos de unidad y reconciliación termina amenazándolos.

En este sentido ha rechazado los acuerdos basados en bonitas palabras, que no se concretan y frustran la esperanza, y también el recurso a la violencia que genera muerte y destrucción, convirtiendo la causa más justa en mentirosa. El Papa ha invitado al pueblo Mapuche al camino de la no violencia activa, a recorrer la senda del diálogo y del reconocimiento mutuo en busca de la unidad.