¿Qué pretende Netanyahu?

Nueva York acoge a jefes de estado y de gobierno de todo el mundo para la Asamblea General de la ONU. Durante semanas se especuló con que este podría ser el escenario del lanzamiento de la esperada nueva propuesta de paz de Washington para Oriente Próximo. 

La atención, sin embargo, ha girado hacia El Líbano, donde cualquier previsión a corto plazo corre el riesgo de quedar obsoleta en horas. Una cosa ha cambiado radicalmente esta semana: la paz en Gaza ha dejado de ser condición suficiente para desactivar la tensión con Líbano. 

Aprovechando el despliegue militar norteamericano, a Israel podría haberle interesado ejecutar su espectacular plan contra Hezbolá, a todas luces planificado desde hace tiempo. El sabotaje de las comunicaciones de la milicia chií no fue seguido, sin embargo, de una operación militar relámpago, sino de proclamas políticas sobre el regreso de los 60.000 residentes evacuados en los últimos meses del norte del país, que Netanyahu ha convertido en objetivo de guerra, al mismo nivel que la liberación de los rehenes y la desarticulación de Hamás. 

Un acuerdo en Gaza hubiera podido conseguir al menos los dos primeros objetivos. Ahora, sin embargo, Israel se enfrenta a la respuesta de Hizbolá, muy superior en capacidades militares que Hamás. Por ninguna parte se atisba la liberación de los secuestrados, y Hamás está más fuerte que nunca en el plano ideológico. La pregunta que muchos se hacen es dónde está la estrategia, qué pretende lograr exactamente el gobierno de Netanyahu.