La revolución que se avecina en Europa
"El regreso de Trump a la Casa Blanca y su viraje en Ucrania va camino de transformar Europa de un modo imposible de imaginar hace solo unas semanas"

Escucha la línea editorial de la mañana del viernes 7 de marzo de 2025
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El regreso de Trump a la Casa Blanca y su viraje en Ucrania va camino de transformar Europa de un modo imposible de imaginar hace solo unas semanas. La novedad, por espectacular que parezca, no está en la enésima oferta francesa de extender a la Unión su paraguas nuclear. El anuncio revolucionario se ha producido en Alemania. Friedrich Merz, un halcón de la austeridad, quiere reformar la Ley Fundamental para que el límite de la deuda no se vea afectado por el gasto en defensa. Se trata de una maniobra controvertida, que exige actuar antes de que tome posesión el nuevo Bundestag, en el que la extrema derecha y la extrema izquierda podrán bloquear la reforma. La preocupación por la seguridad, sin embargo, es solo una explicación parcial de tanta urgencia. La inversión en defensa es vista en Alemania y Europa como palanca para revertir el estancamiento económico, reducir la brecha tecnológica frente a China y EE. UU. e iniciar una reindustrialización. La respuesta puede tener sentido, pero es necesario afrontar los importantes dilemas que plantea. Las grandes empresas de defensa y tecnología en Europa se han apresurado a dejar claro que estos planes necesitan relaciones a largo plazo. El problema es que la UE no está diseñada para un modelo de relaciones entre poder político e industria militar como el que desarrollaron tras la II Guerra Mundial los EE. UU., que tampoco necesitaban que 27 naciones soberanas se pusiesen de acuerdo. Esto, sin mencionar que la ciudadanía europea algo debe poder decir sobre qué Unión quiere para el futuro.