Sánchez ya no hace ascos a la “ultraderecha”

Después de unas intensas negociaciones en el seno de la Unión Europea, y pese a que los diputados españoles del PP votarán en contra, Teresa Ribera será la nueva vicepresidenta para la Transición Limpia, Justa y Competitiva de la nueva Comisión Europea. Aunque Feijóo ha conseguido retrasar ese nombramiento al menos una semana y ha obligado de Teresa Ribera a dar explicaciones en el Parlamento, se ha impuesto la lógica del acuerdo entre las grandes fuerzas políticas del Parlamento Europeo a la hora de configurar una Comisión que necesariamente tiene que ser de consenso y tener en cuenta adscripciones ideológicas y procedencias nacionales.

La clave está en que Pedro Sánchez ha conseguido mantener a su candidata a cambio de apoyar a los candidatos propuestos por Giorgia Meloni y Víctor Orban, miembros respectivamente de los Conservadores y Reformistas y de Patriotas de Europa, formaciones políticas que Sánchez califica de “ultraderecha”. Sánchez decía en la campaña de las europeas que “si votamos todos los zurdos y zurdas al PSOE, pincharemos el globo de la ultraderecha”. Ahora se pega a esa supuesta ultraderecha europea que demonizaba, para conseguir que Teresa Ribera sea Comisaria. Es verdad que son los gobiernos de los países miembros los que proponen a sus candidatos, pero el Parlamento Europeo no está obligado a aceptar cualquier propuesta. Sánchez no podrá decir que nunca ha apoyado a los partidos que él califica de ultraderecha, cuestión por la que denostó al PP cuando éste pactó con Vox en ayuntamientos y comunidades.