Subsidiariedad es intervención

En España, como revelan demasiadas situaciones de emergencia nacional, la disgregación y la fragmentación entre entes estatales, autonómicos, locales, públicos y privados, campa a sus anchas. ¿Qué es, si no, lo que los valencianos sufren desde hace ya demasiadas horas?

La subsidiariedad, principio poco invocado en la política española, justifica que aquello que los Gobiernos locales y autonómicos puedan hacer, no lo haga el Gobierno central. Pero ¿qué sucede cuando aquellos no pueden actuar porque carecen de las competencias legales y de los recursos materiales y humanos necesarios? En España existe un sistema nacional de protección civil que dice buscar la coordinación, la cohesión y la eficacia. No parece que esto esté funcionando demasiado bien. Si no hubo anticipación ni un cálculo real de riesgos deberá evaluarse. Ni los ayuntamientos valencianos, con independencia del partido al que pertenezcan sus alcaldes, ni la Generalitat valenciana, con independencia del partido político que sustenta su gobierno, pueden hacer frente, por sí solos, a lo que está pasando.

La legislación española define qué es una emergencia nacional, cuándo puede aplicarse y quién debe hacerlo. Cumpla el Estado con su función subsidiaria y movilícense, de una vez por todas, todos los recursos legales, sanitarios, militares, policiales y civiles necesarios. Las necesidades reales de los valencianos, que son verdaderamente dramáticas, lo exigen