Trapicheos del independentismo

La mesa del Parlament ha acordado presentar una querella contra el juez Llarena por prevaricación. Es la reacción de los independentistas después de que el magistrado del Supremo volviera a prohibir la salida de Jordi Sánchez de la cárcel para participar en una sesión de investidura convocada este viernes. La opinión pública ha perdido ya la cuenta de las veces que el independentismo ha propuesto investir a candidatos imposibles. Puigdemont, Turull y dos veces Sánchez, han sido propuestos como candidatos cuando se sabía que no eran aptos.

La querella contra Llarena es toda una declaración contra la separación de poderes. El independentismo no ha tenido respeto alguno a las instituciones, ni ha tenido voluntad de formar Gobierno. Puigdemont ha manejado el calendario y ha impuesto el bloqueo. Ahora todo indica que quiere la repetición de las elecciones. Su entrega a la justicia española solo como acusado por malversación le permitiría, hasta que fuera condenado, ser candidato a las enésimas elecciones catalanas, porque aún no estaría inhabilitado. Crece la sensación de que estamos ante un trapicheo continuo. Las instituciones catalanas son utilizadas según conviene en cada momento a Puigdemont. Todo esto es posible porque el PdeCat y ERC son dos formaciones secuestradas. La falta de libertad, especialmente de ERC, condena a Cataluña a quedar en vía muerta políticamente hablando.