Venezuela es un régimen dictatorial

El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha afirmado que Venezuela es un régimen autoritario y dictatorial, que es una definición bastante clara y precisa. De inmediato han salido en tromba los portavoces del régimen venezolano para desprestigiar a Borrell y calificarlo, al estilo populista que acostumbran, como vocero del mal. Pero esta vez la argumentación de Borrell es impecable. Detenciones arbitrarias, paranoia gubernamental viendo espías por todas partes, violencia indiscriminada contra el propio pueblo venezolano, elecciones fraudulentas, trabas constantes a la oposición, su líder que ha tenido que huir a España, millones de venezolanos en el exilio forzoso y tantas otras características que, si no se está cegado de ideología, nos llevan a reconocer a Venezuela como lo que es: simple y llanamente una dictadura.

Es importante que Borrell haya dicho esto ahora, en una situación muy delicada en la que el Gobierno español está jugando un papel de sonrojante ambigüedad, con la sinuosa figura de Zapatero en el trasfondo, convertido en agente descarado de Maduro. El camino para Venezuela no es otro que el de la resistencia pacífica interna y la denuncia sin complejos desde la Comunidad Internacional. Europa transita esa vía, como se ve por la intervención de Borrell, y al gobierno de Sánchez le van a quedar pocos espacios para mantener la ambigüedad.