Línea Editorial 11/3/2024
El 11-M y la polarización
Hoy se cumplen 20 años del mayor atentado yihadista en suelo europeo. Diez bombas estallaron en cuatro trenes en la hora punta. Se produjeron 192 muertos y miles de heridos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Hoy se cumplen 20 años del mayor atentado yihadista en suelo europeo. Diez bombas estallaron en cuatro trenes en la hora punta. Se produjeron 192 muertos y miles de heridos. La onda expansiva alcanzó a nuestra vida pública y la fragmentó, dividió y polarizó. El atentado múltiple del 11-M fue un golpe de al-Qaeda. Las primeras horas tras el atentado estuvieron marcadas por la unidad en el dolor y la solidaridad con las víctimas. Pero el atentado se produjo tres días antes de unas elecciones generales, y el Gobierno de Aznar había apoyado a Bush en su guerra contra Iraq.
El Gobierno del PP no gestionó bien la información en los primeros momentos y mantuvo, más allá de lo razonable según los indicios que iban apareciendo, la tesis de que el atentado era obra de ETA. Por su parte, la izquierda trató de aprovechar la autoría del yihadismo para proyectar la imagen de que el atentado fue un acto de venganza por la participación española en la guerra de Iraq, y desplegó un acoso indecente a las sedes del PP durante la jornada de reflexión previa a las elecciones. Más tarde se supo que el atentado fue obra de yihadistas, pero que estaba decidido antes del comienzo del conflicto.
Una parte significativa de la sociedad sintió que se le habían robado las elecciones. Por su parte, la izquierda alimentó durante mucho tiempo una “transferencia de culpa”, como si los responsables de los atentados no hubieran sido los terroristas sino el Gobierno de Aznar por sus opciones de política internacional. El gobierno de Zapatero, en lugar de apostar por la unidad, apostó por la ruptura de los grandes consensos constitucionales. Mucho de lo que ahora estamos viviendo tiene sus raíces en aquellos aciagos días.