Línea Editorial 16/08/2021
Afganistán, fracaso de la política internacional
Las fuerzas integistras islámicas han vuelto a tomar el poder en un movimiento con lamentables consecuencias para la estabilidad del orden internacional
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La conquista de Kabul por lo talibanes ha certificado uno de los grandes fracasos de la política occidental en la época contemporánea. Veinte años después de que Estados Unidos interviniera militarmente Afaganistán tras los sucesos del 11 de septiembre, las fuerzas integistras islámicas han vuelto a tomar el poder en un movimiento con lamentables consecuencias para la estabilidad del orden internacional. El fracaso del gobierno autóctono tutelado por las fuerzas internacionales es un preocupante síntoma de la incapcidad de Occidente de asentar los modelos de democracia y de libertades en una zona en la que rigen los criterios de los señores de la guerra, la corrupción y la miseria. La conqusita talibán de Afaganistán además introduce un factor letal de desestabilización y de aliento al terrorismo yihadista.
La nefasta política de replegamiento en el tablero internacional que impulsó Trump, y que ha acelerado Biden, deja atrás una historia de tragedia con 2.400 muertos americanos y un gasto de cerca de dos trillones de dólares. España tampoco sale indemne de ese fracaso, que concluye con la vuelta del fundamentalismo islámico y con la peligrosa influencia en esa zona de Pakistán y China, el debilitamiento de la OTAN y la pérdida efectiva de su credibilidad. El gobierno de los talibanes traerá de nuevo la yihad y la sharía. La pérdida de Afaganistán supone un paso a tras en una política de seguridad común y en la necesidad de acabar con los regímenes amparados por la violencia.