Apoyo militar y esfuerzos diplomáticos

Ucrania sufre graves restricciones como consecuencia de los bombardeos con misiles y drones que Rusia ha lanzado contra algunos de sus enclaves energéticos. Una vez más, la central nuclear de Zaporiyia se ha visto afectada y han saltado de nuevo las alarmas. Un apagón en la central nuclear más grande de Europa provocaría un desastre. Esta es solo una de las noticias que ponen de manifiesto, dice la Administración Biden, que Ucrania no puede soportar sin la debida ayuda del exterior la potencia de los ataques rusos. En medio de esta espiral belicista, los tambores de guerra se dejan sentir en Francia y también el seno de la Comisión Europea. El presidente Macron lleva días apuntando a que la guerra puede extenderse. Hoy, durante la cumbre de la Unión Europea, ha insistido en esto. Y lo mismo ha hecho la presidenta Von der Leyen al confirmar la petición de un Informe sobre las capacidades de la defensa civil europea en caso de que Putin cruce otras fronteras.

Varios líderes europeos han reconocido que Crimea y el Donbás no conseguirán satisfacer las ansias expansionistas de Putin. Los europeos, dicen sus líderes, deben estar preparados para una economía de guerra, para asumir sus costes y para defenderse. Si la guerra se extiende, los europeos tendrán que sufrirla como lo están haciendo los ucranianos que hoy día no solo defienden la integridad de su territorio, sino que luchan para controlar una expansión que necesita tanto apoyo militar como serios esfuerzos diplomáticos.