El "debatito"

Uno de los aspectos que podían dar interés al debate de anoche en TVE, era el capítulo sobre los previsibles pactos para formar gobierno. Toda la estrategia de la campaña de la izquierda ha consistido en suscitar el miedo ante la eventual alianza entre el Partido Popular y Vox, el bloque de la derecha motejado de retrógrado, negacionista y machista. Lo que oculta esta maniobra es algo mucho más serio: los pactos a que se vería forzado el bloque de la izquierda con los partidos independentistas y anticonstitucionales que ya han anunciado la factura que pasarán por su apoyo a Sánchez: un referéndum de independencia del País Vasco y Cataluña, con la desaparición de España como nación.

Precisamente, la ausencia anoche de Núñez Feijóo se debió a la negativa de Sánchez a incluir en el debate a Bildu y Esquerra Republicana, para no tener que hablar de sus posibles pactos y sus consecuencias. Así que anoche, la conjunción de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz estuvo a sus anchas al identificar a Santiago Abascal como representante de Feijóo, eludiendo la amenaza real del chantaje a que se vería sometido un nuevo Gobierno de Sánchez si alcanzase una mayoría suficiente con la renovación de un pacto "Frankenstein". En este aspecto, el debate a tres de anoche fue más bien un "debatito" en el que el tándem Sánchez-Díaz ocultó cuidadosamente cuales serían sus pactos ante un Abascal que estaba más preocupado por exponer su firmeza en la derogación del sanchismo.