Línea editorial 17/03/2022
Una espera innecesaria y angustiosa
Resulta incomprensible que el Gobierno esté todavía dando largas a las medidas que está abocado a adoptar
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Cuando hace seis meses la Unión Europea empezó a estudiar las medidas adecuadas para hacer frente a la inflación que empezaba a dispararse, la impresión generalizada fue que la subida de los precios era temporal y que había que dramatizar la situación. De ello se hizo eco con entusiasmo el Gobierno español, que apenas retocó las tarifas de la electricidad. Tuvo que venir la invasión de Ucrania para que Europa descubriera sus debilidades económicas y entendiese que la espiral de los precios de la energía y los alimentos era ya imparable. Algunos países, como Francia, han adoptado ya medidas excepcionales para paliar la subida de la gasolina y la luz, con un coste presupuestario que puede rebasar los 25.000 millones de euros.
En España, el Gobierno se ha visto movido a buscar un pacto de Estado para afrontar la crisis energética que ya provoca la paralización de algunas industrias, con la amenaza de afectar a la producción agroalimentaria, agravada por la huelga de transportistas. Resulta incomprensible que el Gobierno esté todavía dando largas a las medidas que está abocado a adoptar, en espera de la reunión del Consejo Europeo a fin de mes, cuando es a todas luces urgente y necesario aplicar ya las medidas que, de todas formas, tendrá que poner en marcha dentro de quince días. Da la impresión de que Sánchez prefiere recaudar más IVA en este tiempo que evitar la angustia de transportistas, productores y consumidores. Si ha de tomar medidas, lo lógico es que las avance ya, como ha hecho Francia, sin esperar lo que se disponga en Bruselas.