Madrid - Publicado el - Actualizado
1 min lectura
El próximo domingo el Barça y el Sevilla se enfrentan en la Final de la Copa del Rey. Más allá de la presencia o no de las respectivas alcaldesas de Madrid y Barcelona, el foco del encuentro estará en las gradas. La exhibición de la bandera “estelada” ha estado en discusión hasta hace pocas horas. Finalmente, el juez encargado de pronunciarse sobre el recurso presentado contra la decisión de la Delegación del Gobierno de Madrid ha fallado a favor de esa posibilidad. El juez estima que «en ningún caso ha resultado probado que la exhibición de la “estelada” pueda incitar a la violencia, el racismo, la xenofobia o cualquier otra forma de discriminación que atente contra la dignidad humana». Como bien recordaba hoy la Vicepresidenta Sáenz de Santamaría, la Delegación del Gobierno había tomado una decisión técnica, amparada en la Ley del Deporte y los reglamentos de la UEFA. En todo caso, la batalla simbólica la han ganado quienes exhibirán la estelada en una Final de la Copa del Rey, con el Jefe del Estado presente. Sin embargo la batalla política, que es la que afecta a la convivencia y al funcionamiento normalizado de las instituciones, sigue pendiente de solución. Cataluña no es un problema; es el independentismo el que genera problemas de cohesión social y estabilidad institucional. Y para este caso, a diferencia de lo que pasa con las banderas, las sentencias judiciales son necesarias pero no suficientes.