Línea Editorial 25/02/2022

Un fracaso sin paliativos

Hoy nos hemos despertado con las explosiones que desgarran una hermosa ciudad europea como Kiev, algo que, en nuestro ensueño, pensábamos que no volvería a suceder

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Un fracaso sin paliativos

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Hoy nos hemos despertado con las explosiones que desgarran una hermosa ciudad europea como Kiev, algo que, en nuestro ensueño, pensábamos que no volvería a suceder. Las escenas de familias enteras refugiadas en las estaciones del Metro, de edificios derruidos por las bombas, de colas interminables de coches intentando abandonar un país, nos retrotraen a las páginas más lúgubres de la historia europea del siglo XX, y nos devuelven, como en un espejo, la imagen de lo que es un fracaso sin paliativos.

Durante meses se nos anunció que esto iba a suceder, pero el mundo de las democracias no ha sido capaz de parar el golpe. Un autócrata como Putin no se detiene por las amenazas de duras sanciones económicas que ya había descontado en su plan milimétricamente trazado para ocupar a sangre y fuego un país soberano ante de nuestros ojos atónitos. En el fondo, Putin ha tomado Ucrania porque sabía que no estábamos dispuestos a defenderla.

Aun así, en esta hora difícil, es necesario reivindicar la democracia y el orden internacional basado en el Derecho. Con todas sus enormes debilidades e imperfecciones, ese orden merece ser fortalecido y defendido. Y eso implica liderazgo político, del que andamos escasos, y un cambio cultural y moral para recrear la fibra de la que ha nacido el proyecto europeo. El tiempo apremia, y no es solo Ucrania lo que está en juego.