¿Hasta dónde llegará Sánchez?

Las imágenes de Yolanda Díaz y Carles Puigdemont echándose unas risas es sencillamente bochornosa. Como ha dicho esta mañana Alberto Núñez Feijóo en Herrera en COPE, se trata de una reunión inaudita y de una anomalía democrática que desautoriza a la justicia española y a nuestro Estado de Derecho. Si Sánchez no la cesa se convierte en cómplice del esperpento, ha dicho Feijóo. Pero evidentemente, Yolanda Díaz no ha ido por libre a Bruselas, y su gestión es perfectamente coherente con la estrategia de Sánchez.

Necesitamos más que nunca altura política para no ceder a los chantajes de los que quieren destruir la Constitución, y para eso habría un camino claro: establecer entre los grandes partidos constitucionalistas, PP y PSOE, unos imprescindibles pactos de Estado, comenzando por la regeneración democrática y siguiendo los servicios públicos. Esa será la línea argumental de la investidura de Núñez Feijóo.

El problema es que Sánchez ya ha dejado claro que se saltará cualquier línea roja para lograr su “Frankenstein 2”, aunque eso suponga poner al Estado a los pies de un prófugo de la Justicia, algo que no se ha visto en ninguna democracia europea. Hoy Puigdemont ya ha hecho saber sus exigencias para sostener a Sánchez: una ley de amnistía y un referéndum de autodeterminación pactado. Ninguna de las dos tiene encaje en nuestro marco constitucional. Los españoles tenemos derecho a saber hasta dónde piensa llegar Sánchez.