El inestimable papel del Rey

En la cena del Mobile World Congress en Barcelona, el Rey ha vuelto a repetir un mensaje imprescindible: “España es una democracia plena” que no tiene nada que envidiar a las democracias más consolidadas del mundo. El mensaje es sencillo pero especialmente relevante en este momento. Y el Congreso de móviles es un foro con mucha difusión internacional.

Las dos primeras semanas del juicio del proceso por secesión han dado todo el protagonismo a los acusados, que han conseguido una gran proyección internacional de su versión de los hechos. Hay una prensa extranjera que se inclina a sembrar dudas sobre el sentido de este juicio y sobre la pertinencia de las acusaciones. A todo esto hay que añadir un trabajo realizado durante años por el independentismo, que le permite proyectar sus tesis en importantes universidades y en organismos internacionales.

El Gobierno no está en disposición de contrarrestar todo esto. El hecho de que hasta hace unos días Sánchez haya negociado con los independentistas, y según algunas informaciones siga haciéndolo, no ayuda a desmentir sus descalificaciones. La figura del Rey gana en importancia, mientras el desaire de Colau y Torra, que evitaron el saludo oficial y luego se comportan como si nada hubiese sucedido, retrata el oportunismo y la falta de altura institucional del presidente de la Generalitat y de la alcaldesa de Barcelona.