Línea editorial COPE: Contradicciones en Marruecos

El terremoto que ha sacudido el sur de Marruecos ha puesto de manifiesto las contradicciones del país. La ayuda humanitaria, protagonizada fundamentalmente por la iniciativa privada, acredita la energía de una sociedad que, a pesar de la falta de libertades, se mueve con creatividad.

Es una sociedad que no está dominada por un islam de corte integrista que en otras regiones fomenta un monopolio de la solidaridad islamista.

Marruecos ha vivido un proceso de modernización económica en los últimos años. Los acuerdos con la UE, las relaciones privilegiadas con Estados Unidos, incluso los compromisos con Israel han servido para dar un importante impulso. Pero eso no se ha traducido en una mejora de la situación de las clases más desfavorecidas.

Hay una nueva riqueza, pero en manos de unos pocos. Buena parte de los terribles efectos del seísmo no se hubieran llegado a producir si la arquitectura de los pueblos del Atlas hubiera sido un poco más segura.

La parálisis de la monarquía marroquí ante la urgente tarea de atender a los que se han quedado sin techo y de preparar la reconstrucción pone de manifiesto las debilidades de un régimen autocrático.

El Rey no aparece y el Gobierno rechaza el auxilio internacional por miedo a perder el control.