Línea Editorial COPE: Ideologías para una guerra

El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha criticado el bloqueo de la organización que dirige después de que EE. UU. vetara en el Consejo de Seguridad una resolución para un alto el fuego inmediato en la Guerra de Gaza. Con su veto, Estados Unidos se ha puesto del lado de la posición ideológica del actual Gobierno israelí.

Tras los Acuerdos de Oslo, el gobierno israelí presidido por Isaac Rabin comprendió que la realidad es testaruda y que no se podía esperar una paz mínimamente estable sin reconocer jurídicamente y de modo práctico un Estado para los palestinos.

Pero el actual gobierno de Netanyahu, asentado sobre una compleja mayoría política, siente la necesidad política, emotiva y psicológica de afirmar que los palestinos encarnan un enemigo que emerge continuamente. La existencia amenazadora de ese enemigo tendría el efecto de mantener al país unido y en tensión.

Por su parte, Hamas y otros grupos radicales palestinos tienen una posición que convierte al Estado judío en la encarnación del mal. Sin embargo, primero Egipto y Jordania, luego los Emiratos Árabes Unidos, y más tarde Arabia Saudí, han ido abandonado el bunker de una ideología “necesariamente antisionista”. Aun así, muchos siguen dentro de la antigua burbuja.

Hamas quería demostrar que podía imponerse a un Israel invencible y que conseguiría galvanizar a la población palestina y a los países árabes. Pero una vez más, ha fracasado.