Línea Editorial COPE: Rusia siembra el terror en Ucrania

Rusia ha vuelto a desplegar su sangrienta estrategia en Ucrania. Esta mañana ha sembrado el terror sobre Kiev lanzando más de 40 misiles y bombardeando con misil balístico de alta precisión un hospital materno-infantil. Centenares de voluntarios se afanan en hacer cadenas humanas para buscar víctimas bajo los escombros.

Hay tres muertos y varios heridos críticos, pero todo hace prever que el número de víctimas aumente en las próximas horas. Los expertos consideran casi imposible que se haya tratado de un error, todo parece indicar que el objetivo, como tantas veces, era sembrar el pánico entre los civiles para hacer ver que la lucha por la libertad de los ucranianos tiene un coste insoportable. Putin habla de diálogo y de paz mientras golpea cruelmente a la población civil ucraniana, incluso en escenarios muy alejados del frente, pero con alto valor simbólico, como es el caso de Kiev.

El líder ruso sabe manejar a la perfección esa retórica contradictoria. A la espera de lo que pueda suceder en los Estados Unidos, con las elecciones en el horizonte, Putin sabe también que los apoyos de Occidente a Ucrania pueden disminuir en el futuro y por eso su maquinaria de guerra se emplea especialmente a fondo en esta estrategia del terror, para convencer a propios y extraños de que la lucha de Ucrania no tiene sentido. Es sintomático que esto suceda mientras el primer ministro húngaro Víctor Orban visitaba Moscú para, supuestamente, invocar una solución negociada. En estas condiciones es imposible abrir camino a una negociación orientada a una solución justa que ponga fin a tanto sufrimiento.