Línea Editorial COPE: La última espantada de Yolanda Díaz

Tras la debacle en las elecciones europeas, Yolanda Díaz ha presentado su dimisión como líder de Sumar. El gesto, infrecuente hoy en política, puede parecer un acto de coherencia. Sin embargo, no es del todo así. Parece más bien una dimisión con la boca pequeña, un paso atrás para dar uno adelante, según sus propias palabras.

Lo de Sumar, absorbido en buena medida por el PSOE de Pedro Sánchez, se veía venir. Yolanda Díaz salió disparada, primero, de la dirección de las Mareas gallegas, después de Podemos, y ahora de Sumar. En el caso de su tierra natal, Galicia, dejó a su formación política con cero escaños en las últimas autonómicas.

Su media dimisión, esta vez, no contempla responsabilidad alguna como vicepresidenta del Gobierno, donde sigue anclada. Desde las propias filas de Sumar reconocen que este movimiento tiene un carácter más bien táctico. Ha dejado de ser la coordinadora general del partido, pero continúa siendo la presidenta del grupo parlamentario, por lo que seguirá siendo ella quien negocie con el PSOE todo lo relativo al Gobierno, por ejemplo, los Presupuestos Generales del Estado, que continúan sin ver la luz.

Afirman también, desde Sumar, que Díaz sigue siendo su mayor activo político, lo cual no resulta muy prometedor si vemos la tierra quemada que va dejando en términos políticos. La cuestión es qué ha representado el proyecto político de Yolanda Díaz, más allá de ser una marca blanca para el PSOE. Prácticamente nada. Y tarde o temprano, eso se paga.