Línea Editorial COPE: Una memoria agradecida

La Conferencia Episcopal ha presentado hoy la Memoria de Actividades de la Iglesia en España, que se ha convertido en un relevante acontecimiento anual. La Iglesia predica, da trigo, rinde cuentas con transparencia de cuanto ha hecho en favor de las personas concretas y de la sociedad en su conjunto. Los datos son elocuentes, pero conviene tener muy presente a los rostros que hay tras los números y que con hablar de miles de sacerdotes, religiosos o laicos no basta, de la misma manera que no basta con enumerar la enorme cantidad de obras que llevan a cabo.

Valgan como botones de muestra los más de 2500 centros católicos de enseñanza, con más de millón y medio de alumnos que pasan por sus aulas; el impacto superior al 3% del PIB en España que generan los bienes de interés cultural y de las fiestas religiosas de interés turístico; los casi nueve mil centros asistenciales de la Iglesia o los más de tres millones setecientas mil personas que pasaron por ellos solo durante el año pasado.

Como subraya el Cardenal Omella, hay que dar gracias por tantas personas de buena voluntad que, con la aportación de su tiempo, de su vida, de su oración, contribuyen a la misión recibida del mismo Jesucristo. Esta misión es, en definitiva, anuncio del Evangelio, celebración del misterio cristiano y vida de caridad al servicio de las personas, que se traduce en un mensaje de esperanza cierta y fiable. En definitiva, del anuncio del Evangelio nacen numerosas iniciativas sociales y culturales que contribuyen a crear una sociedad mejor, más justa y solidaria.