Línea Editorial COPE: El verdadero enemigo es el terrorismo

El atentado perpetrado el miércoles en la ciudad iraní de Kerman es obra del Estado Islámico. Ya no hay duda acerca de quiénes son los culpables del asesinato de 84 personas y de las heridas causadas a más de doscientas. Estado Islámico calculó, como hacen todos los grupos terroristas, el impacto que este atentado causaría en la política interna de Irán, pero también en sus relaciones exteriores. En el presente contexto histórico, este atentado suicida busca hacer creíble, aunque solo sea por un corto espacio de tiempo, que es posible la confrontación directa entre Israel e Irán. Algo que, después del asesinato del número dos de Hamás en suelo libanés, puede no parecer tan descabellado. Al mismo tiempo, este ejercicio de fuerza en el aniversario del asesinato del general Qasem Soleimani, principal azote iraní contra el Estado Islámico y responsable de numerosas intervenciones militares en Irak y en Siria, busca provocar la respuesta militar iraní y aumentar la espiral de la violencia. Es verdad que, en su comunicado, el Estado Islámico apela a la lucha religiosa de suníes contra chiíes, pero lo que en realidad está buscando este grupo terrorista con su argumentario religioso es generar más caos, sembrar el terror y socavar los frágiles equilibrios que todavía hoy evitan una mayor escalada de violencia en Oriente Medio. De ahí que Washington, pocas horas después del atentado, haya pedido a Irán y Arabia Saudí que hagan lo posible por evitar que sus respectivos aliados aviven un conflicto que, por razones de seguridad nacional e internacional, debe necesariamente enfriarse.