Línea editorial: "La lección del 23-F"
Si algo quedó claro en aquella fecha fue que el rey Juan Carlos supo desarmarla con su histórico discurso de medianoche
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Se cumplen hoy cuarenta años del 23F, el intento de golpe de Estado perpetrado en el Congreso por Tejero cuando se votaba la candidatura de Calvo Sotelo para sustituir al que fue primer presidente de la democracia, Adolfo Suárez. Mucho se ha especulado sobre aquella intentona que estuvo envuelta en la primera crisis política sufrida por nuestra democracia, como consecuencia del acoso constante al que fue sometido Suárez dentro y fuera de su partido.
Si algo quedó claro en aquella fecha fue que el rey Juan Carlos supo desarmarla con su histórico discurso de medianoche, después de asegurarse de la lealtad de los mandos militares hacia la Corona. Mucho ha llovido desde entonces sin que las nuevas generaciones de españoles hayan sufrido el menor trauma por aquellos hechos que, en definitiva, vinieron a consolidar la monarquía parlamentaria.
Al cumplirse cuarenta años de aquel golpe lo que provoca inquietud es el acoso a las instituciones democráticas planteado desde el populismo de Podemos, asentado en el Gobierno de coalición, en alianza con el independentismo. Si la democracia ha resistido los embates del terrorismo y del separatismo ha sido por la solidez de una Constitución que tan solo exige ser respetada y defendida.
La lección que nos dejó el 23 F es que cuando los poderes públicos cumplen con su obligación de defender la Constitución y sus instituciones la democracia está asegurada. El problema surge cuando se empieza a dudar de ella, como hacen los socios de coalición de Sánchez.