Maduro se retrata en la pandemia

El régimen de Maduro ha denunciado que, la pasada madrugada, Venezuela habría sufrido un intento de invasión vía marítima, dirigida por mercenarios que habrían intentado entrar al país desde el puerto de La Guaira para tratar de asesinar a líderes políticos y dar un golpe de Estado. En el intento, supuestamente encabezado por un grupo de militares procedentes de Colombia, habrían fallecido 8 personas. En el régimen chavista cada vez cuesta más distinguir la realidad de la propaganda. Todo tiene forma de sainete, a excepción de la miseria en la que se halla sumido el país. Por lógica no tiene mucho sentido que un grupo de mercenarios procedentes de Colombia traten de acceder por el Norte del país.

Lo que sí es seguro es que cada día que pasa Maduro aprovecha la pandemia como coartada para intensificar la represión y cometer tropelías como sacar clandestinamente el oro de Venezuela con destinos poco claros. Mientras tanto los obispos de Venezuela y Colombia han unido fuerzas para promover conjuntamente la campaña “No me pesa, es mi hermano”, que promueve la hospitalidad en las fronteras, donde se encuentra miles de migrantes venezolanos que tratan de regresar a su país, dada la situación mundial provocada por la pandemia.

Se trata de convertir la crisis en una ocasión privilegiada para cuidar a los demás, despertar el corazón sensible y compartir lo que se tiene desde la necesidad, en lugar de aprovecharla para tratar de sacar tajada en beneficio propio, como está haciendo el Gobierno de Caracas.