Merkel, una verdadera líder política

Ángela Merkel ha anunciado que va a empezar a retirarse. Dejará de ser canciller cuando finalice el actual mandato en 2021 y no va a presentarse a la presidencia de su partido. El batacazo electoral que ha sufrido la CDU en las elecciones regionales de Hesse la ha empujado a tomar esta decisión. Merkel cuenta todavía con un grado alto de simpatía entre los alemanes, simpatía que no tiene en su partido. La elección de un portavoz parlamentario en contra de sus criterios en septiembre fue un síntoma claro de que la contestación interna era contundente.

Merkel ha sido una verdadera líder política en un tiempo de mediocridad, alguien que se ha preocupado por el bien común y por el futuro de la Unión Europea. Es quizás la última que nos quedaba de una historia de grandes políticos, es decir de políticos realistas. Su capacidad de pacto con formaciones muy diferentes, su visión no centrada solo en el corto plazo, y su apuesta decidida por continuar con la construcción europea, constituyen sin duda méritos que hay que reconocer.

También acertó con la crisis de los refugiados, al comprender que acoger a los que huían de la guerra de Siria era una obligación moral. Europa, pensó con acierto Merkel, no podía ser Europa si no acogía a los refugiados. Esa decisión inició su desgaste.