Madrid - Publicado el - Actualizado
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El pasado marzo un sacerdote salesiano de origen indio, el Padre Tom, fue secuestrado en Yemen. Esta Nochebuena un grupo terrorista yemení ligado al Estado Islámico ha difundido un video en el que el Padre Tom aparece física y emocionalmente debilitado. La vida de este religioso, masacrada por la tortura de sus captores, corre peligro.Durante estos meses la Iglesia católica, organizaciones humanitarias e instancias gubernamentales se han movilizado para conseguir su liberación. En su aislamiento y bajo presiones inimaginables, los captores han tratado de convencer a su víctima de haber caído en el olvido y de que sus hermanos le habrían abandonado. Se trata de un vídeo destinado a ejercer chantaje sicológico y moral. El Daesh busca dinero y una victoria moral, como ha reconocido la propia Orden salesiana, que en su web pide que se intensifiquen las oraciones por la vida del sacerdote indio, al tiempo que ruegan a los creyentes que recen por el fin de la persecución religiosa.Luchar contra el yihadismo requiere un compromiso mundial que no se agota en el recurso a la legítima defensa. Es precisa una oposición mundial firme contra todos aquellos que apoyan el terrorismo, lo subvencionan y lo alientan. Si en Yemen opera el Estado Islámico es porque hay países cuyos mandatarios buscan desestabilizar y sembrar el terror con fines geoestratégicos. Siria, Nigeria, Líbano, Yemen… ¿quiénes serán los próximos?