11 DE JUNIO

El racismo es una blasfemia contra Dios

La población negra de Estados Unidos sigue sufriendo las consecuencias de unos prejuicios que se extienden “desde el pecado original de la esclavitud”

00:00

El racismo es una blasfemia contra Dios

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

1 min lectura

Las manifestaciones tras el homicidio de George Floyd se han visto contaminadas por la aparición de grupos violentos cuyo único interés es azuzar el odio y la confrontación. La antipatía que generan estos grupos consigue, no pocas veces, negar y condenar la legitimidad de las protestas. Los extremos siempre acaban convergiendo, aunque los hechos son tozudos. En una interesante entrevista al semanario Alfa y Omega, el Arzobispo de Los Ángeles y Presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, Monseñor José Gómez, explica con absoluta claridad que en su país pervive la tolerancia del racismo.

La población negra de Estados Unidos sigue sufriendo las consecuencias de unos prejuicios que se extienden “desde el pecado original de la esclavitud”. Por eso el Arzobispo de los Ángeles pide “la reforma de la justicia penal, de la desigualdad racial y económica”. Hace dos años, los obispos de Estados Unidos publicaron una Carta pastoral contra el racismo. No era un simple pronunciamiento formal, sino una toma de postura ante prácticas racistas que exigen la conversión personal, la reforma social y la reforma de las instituciones.

El racismo es una “blasfemia contra Dios”. Los católicos estadounidenses trabajan para escuchar la ira y el dolor de quienes son víctimas de los prejuicios raciales, y para contribuir junto a millones de compatriotas a revitalizar los ideales fundacionales de una nación que se creó sobre el principio de la igualdad de todos como hijos de Dios.