Venezuela resiste

La resistencia de la oposición venezolana y la del pueblo que aspira a la libertad es el objetivo contra el que el régimen venezolano dispara todas las balas que tiene en sus manos. Desde el mismo día de las elecciones, el pasado 28 de julio, la estrategia de Maduro no ha sido otra que la de la represión violenta y sangrienta. Sus bravuconadas surten poco efecto, pero el uso de la violencia es siempre una poderosa arma en manos de una dictadura.

Han secuestrado y encarcelado a dirigentes políticos cuidándose mucho de no ir directamente contra Edmundo González o María Corina Machado. Los siguientes en la lista son los periodistas. Desde el pasado día 28 de julio han detenido a 8 de ellos, se calcula que otros 12 han salido ya del país y una quincena de corresponsales extranjeros han sido deportados.

El Servicio Bolivariano de Inteligencia, el SEBIN, actúa aplicando siempre la lógica del terror con el objetivo es amedrentar a otros periodistas o presionar a sus familias y extorsionarles para que delaten a compañeros o líderes de la oposición. La detención ilegal se perpetra en domicilios o en la calle y va seguida de acusaciones por delitos de terrorismo o traición a la patria. Todo vale con tal de minar la resistencia ciudadana y hurtar toda la información posible a la ciudadanía. Por eso, precisamente por eso, es indispensable que los medios de comunicación del mundo libre y las redes sociales mantengan viva la noticia. Maduro no caerá de la noche a la mañana, pero abrir grietas entre los suyos no es un objetivo inalcanzable.