Zapatero avalista del chavismo

Mientras crece la indignación internacional por lo sucedido en las elecciones de Venezuela, el Gobierno español mantiene las distancias, diciendo por boca del ministro Albares que todavía no reconoce ningún resultado y que sería conveniente una cierta transparencia. Peor ha sido la vicepresidenta Yolanda Díaz, hablando con la boca pequeña de transparencia mientras afirmaba que lo que hacen los demócratas es reconocer los resultados de unas elecciones. Hay que echar una dosis enorme de cinismo para pronunciarse así después de los indicios de fraude que conocemos.

Pero la tibieza del sanchismo con el régimen bolivariano tiene su lógica. Basta recordar el bochornoso espectáculo de Delcy Rodríguez y sus maletas en Barajas, con Ábalos de maestro de ceremonias y, sobre todo, el papel que, para vergüenza de España, viene jugando José Luis Rodríguez Zapatero, convertido de facto en un avalista político de las tropelías de Maduro.

Es de esperar que la autocracia venezolana caiga por su propio peso. La historia pondrá en su lugar a Hugo Chávez y a su tragicómico sucesor, Nicolás Maduro. Con esa perspectiva, veremos entonces también el enorme daño que Zapatero ha hecho a los venezolanos y, también a los españoles, siendo inspiración reconocida para el sanchismo en España y blanqueador vergonzante del chavismo en Venezuela.