Así debes cuidar tu coche durante la cuarentena para evitar desagradables sorpresas cuando vuelvas a cogerlo

Una de las consecuencias de no poder salir de casa estos días es que, además de nosotros, nuestros coches también están obligados a estar de cuarenta. Millones de vehículos están pasando estas semanas aparcados en las calles de Madrid o en garajes privados o comunitarios. Se nota en el poco ruido que hay en las calles y, sobre todo, en la contaminación, que marca los niveles más bajos de los últimos diez años en la ciudad. Pero puede que el día de mañana también lo notemos en nuestro bolsillo, cuando vayamos a coger nuestro coche y algo no funcione bien. 

La mayoría de los vehículos llevan más de un mes sin moverse y los expertos aseguran que a partir de los 15 días sin actividad deberíamos empezar a poner en práctica algunas medidas básicas para que, cuando todo vuelva a la normalidad, nuestro coche siga estando en perfecto estado. 

Y es que son muchos los elementos que debemos vigilar. La batería, los neumáticos, el alternador, los faros, el nivel de los líquidos, el aceite… en declaraciones a Cope, José Manuel Rodríguez-Carretero, portavoz de GANVAM, la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios, nos explica lo importante que es arrancar el vehículo, al menos, una vez a la semana, “siempre en ralentí durante 10 minutos pero evitando los acelerones, no por acelerar mucho vamos a calentar el coche antes. Es mejor que el vehículo esté en ralentí en esos 10 minutos para que vaya lubricando”. 

Otro truco que nos da es el de aprovechar que arrancamos el motor para moverlo un poco, “aunque sean unos centímetros, avanzando para adelante y para atrás”. El objetivo es cambiar su posición "para que no esté siempre apoyado en la misma postura” y evitar que las ruedas se deformen más rápidamente. 

Cuando volvamos a la normalidad, Rodríguez-Carretero aconseja someter al coche a una completa revisión: “el coche exige un mantenimiento periódico, es una máquina compleja, parecida a un reloj, que tiene una serie de mecanismos concatenados que cuando falla uno falla el resto”. Por eso, después de estar tanto tiempo parados, se hace más necesario que nunca que un taller o el propio concesionario revise que todo esté bien antes de volver a salir a la carretera.