La guardería que calma la angustia de los niños antes de declarar ante un juez
Más de doscientos menores han pasado por el espacio Infancia Segura en los juzgados de Plaza de Castilla
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Un proyecto pionero que tiene por loable objetivo humanizar el ambiente enrarecido de los juzgados y mitigar el sufrimiento y la tensión a las víctimas más vulnerables: los niños.
El espacio Infancia Segura cumple su primer trimestre en Plaza de Castilla. Más de doscientos niños han pasado por esta guardería gratuita de cincuenta metros cuadrados, decorada con juguetes y peluches, antes de dar el difícil paso de declarar ante un juez como víctimas o testigos de abusos y malos tratos o mientras esperan a que lo hagan sus familiares.
REDUCIR EL SUFRIMIENTO
“Nuestro espacio intenta acomodar emocionalmente al niño para que su vivencia del paso por aquí no quede reflejado como una secuencia de sufrimiento. Si conseguimos que el niño teja una tela o haga un dibujo o juegue con los muñecos durante el tiempo que esté con nosotros o incluso que nos cuente algo de manera espontánea, nosotros le acompañamos”, asegura a COPE Esteban del Castillo, responsable de la asociación Trama que gestiona este refugio para los niños.
LO SIMBÓLICO DE TEJER JUNTOS
Milenka Maldonado es la psicopedagoga de este espacio Infancia Segura. Acoge a los niños con los brazos abiertos y todo el cariño del mundo y nos explica el simbolismo de tejer una tela junto a los niños.
“Lo que yo intento hacer con los niños es enseñarles a tejer telares. Nuestro eslogan es la unión de los puntos hace la fuerza. Todo el equipo compuesto por peritos, jueces y psicólogos formamos parte de ese tejido de apoyo al niño. Intentamos que el menor sienta que los problemas son de sus padres o de la persona que se lo ha provocado aunque su experiencia sea muy traumática y repetida”, afirma Milenka.
DECLARACIONES EN LA SALA GESELL
Uno de los momentos de mayor tensión para estos niños que deben declarar ante un juez es el momento de prestar testimonio. Para suavizar lo máximo posible ese instante se ha creado la sala Gesell con dos espacios separados por un espejo.
“Aquí vienen a declarar las víctimas en un entorno amable, en una sala adaptada a la infancia. Está separada de la otra sala a través de un cristal espía. En ese espacio de observación se encuentran todas las partes que intervienen en un proceso judicial. Ahí están el juez, el fiscal, el acusado posiblemente y los abogados. El juez se comunica con el trabajador social o el psicólogo que están presentes en esta sala con el niño a través de un pinganillo a los que plantea cualquier pregunta que ayude a realizar la prueba. La declaración se graba y encripta para su posterior inclusión en el procedimiento”, nos apunta Carmen Martín, directora general de infraestructuras judiciales de la Comunidad de Madrid.
Tamara ha dejado a su hijo pequeño en esta guardería mientras realiza una diligencia judicial. Está encantada con el proyecto: “Me ha parecido un sitio genial porque además el niño está muy entretenido aquí. Me encanta. Es un lugar muy bonito y prefiero que el niño esté aquí que arriba conmigo”.
La idea es extender esta iniciativa pionera, tanto en Madrid como en España, por los juzgados de los veintiún partidos judiciales de la región madrileña.