La hostelería en Madrid, casi a niveles de facturación prepandemia esta Semana Santa

No llegan a ser los ingresos previos a la pandemia de 2019 pero ya están muy cerca. La facturación de la pasada Semana Santa ha superado los cien millones de euros, un 20% más que los 87 millones alcanzados el año pasado, un ejercicio (el de 2021) lastrado por fuertes restricciones.

Es el vaso medio lleno. Desde la asociación Hostelería Madrid, hay satisfacción por estos datos tan positivos pero no quieren lanzar las campanas al vuelo. Hay nubarrones económicos en el horizonte, como todo el mundo sabe.

Es el vaso medio vacío, como cuenta a COPE el presidente de Hostelería Madrid, José Antonio Aparicio: “Satisfacción por esta Semana Santa sabiendo que el escenario económico y social que nos rodea es muy preocupante por la contención del gasto, que ya se empieza a notar, y con un IPC desatado en dos dígitos. Además, las materias primas y los suministros eléctricos crecen sin parar. Veremos a final de mes si el respiro que nos ha dado la Semana Santa nos permite cubrir las subidas descontroladas de todos estos costes”.

A pesar de todos esos nubarrones en el horizonte, casi todas las plantillas de la hostelería han podido ser reintegradas y el empleo se ha recuperado en el sector al nivel de 2019.

ESPERANZA EN BARES Y RESTAURANTES

A pie de terraza, hay un mayor optimismo; la Semana Santa ha funcionado muy bien con ingresos hasta un 30% por ciento superiores al año pasado. El futuro inmediato pinta bien nos dice Luis, encargado del bar Arrabal en la Plaza Mayor.

“La Semana Santa ha sido tremenda. Hemos disfrutado y trabajado mucho. Este verano la cosa va a ir bien. La gente está con muchas ganas y el turismo internacional se está recuperando mucho”, apunta Luis.

YUSUF, encargado del café de los Austrias en la Plaza de Ramales, también es optimista: “La semana ha sido buena con mucho turismo nacional e internacional. Respecto al año pasado hemos tenido una facturación del 30% más”.

Así las cosas, vaso medio lleno o medio vacío en función de cómo vaya el tren de la macroeconomía y cómo afecte a nuestros bolsillos.