Las elecciones madrileñas de 2021 frente a las de 2019: Iglesias cambia la forma, pero no el fondo

El 'barro' ha hecho mucho más acto de presencia en una campaña el doble de mediatizada, pero con mensajes casi idénticos a los de hace dos años

Las elecciones madrileñas de 2021 frente a las de 2019: Iglesias cambia la forma, pero no el fondo

Millán Cámara

Publicado el - Actualizado

7 min lectura

Ya sólo queda una semana para que los madrileños y España (dada la clave más nacional que nunca de estos comicios) salgan de dudas sobre el futuro político de la capital. Ante la que puede ser la cita con las urnas de mayor repercusión en la historia de la Comunidad, queda muy lejano, aunque sólo han pasado dos años, el último precedente electoral castizo.

¿Han cambiado mucho las cosas desde mayo de 2019? En la forma, sí, pero no en el fondo. Sólo hace falta echar un vistazo a los principales factores de la anterior campaña de Madrid y de la presente para comprobarlo.

Los candidatos

Las elecciones madrileñas de 2021 frente a las de 2019: Iglesias cambia la forma, pero no el fondo

Buena parte de los seis partidos que se disputarán la victoria han apostado por repetir líder. En 2019, se presentaron Isabel Díaz Ayuso (PP), Ángel Gabilondo (PSOE), Ignacio Aguado (Ciudadanos), Isa Serra (Podemos), Rocío Monasterio (Vox) e Íñigo Errejón (Más Madrid). En 2021, sólo hay tres novedades en cuanto a los principales candidatos: Pablo Iglesias (Podemos), Edmundo Bal (Ciudadanos) y Mónica García (Más Madrid).

Los mensajes

Las declaraciones de intenciones de hace dos años son prácticamente idénticas a las actuales. Ayuso, por ejemplo, quería “empujar a los menores de 35 años a que se puedan emancipar” y “dar a las familias libertad para que puedan elegir educación pública, concertada, privada o especial para sus hijos”.

La actual presidenta y candidata del PP también hacía hincapié, como ahora, en la política fiscal: “En los últimos años hemos bajado impuestos y ha sido la legislatura que más se ha recaudado gracias a los tres millones de madrileños que han conseguido trabajo”. Lo mismo sucedía con la sanidad, “gratuita y de calidad” y buscando reforzar las urgencias, reducir las listas de espera y aumentar los minutos en la consulta entre médico y paciente. Sí sorprende lo que decía de Vox: “Por intuición y lo que me han ido informando, creo que no llegará al 5 por ciento de los votos”.

Las consignas de Ángel Gabilondo y el PSOE tampoco distan mucho de las actuales. “A veces se echa de menos más la política, sin más, la buena política frente a partidismos y sectarismos. También cierta templanza, porque ahora todo está más crispado”, afirmaba en 2019. En cuanto a un posible pacto de izquierdas, comentaba: “Me siento muy vinculado a todo el que quiera hacer un cambio de progreso y modernidad con tonos de moderación, sin extremismos. Los extremismos suelen ser involucionistas. Con quien trabaje lo haré para transformar y modernizar, pero dentro de esta moderación con firmeza para hacer cambios profundos”.

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“Necesitamos entrar en un gobierno de izquierdas para defender lo público”, se decía desde Podemos con la voz de Isa Serra. “Para nosotros, lo importante es echar al PP y que la izquierda se una”, comentaba también. La postura de Íñigo Errejón y Más Madrid era muy similar: “Si de mí depende, habrá un gobierno progresista en Madrid”.

Otro discurso con pocas variaciones es el de Vox y Rocío Monasterio. “Hemos calculado que son 4.200 millones de euros los que se pierden en duplicidades con el Ayuntamiento y en el dinero que se destina a chiringuitos que no suponen un beneficio para el administrado. Creemos que se pueden bajar los impuestos sin aumentar la deuda”, exponía en 2019. “Madrid puede dejar de ser seguro si no actuamos de forma contundente y eficaz. Los que entran de manera ilegal, dicen ser menores, delinquen en los barrios, y no hay dinero para reinsertarlos. Los trabajadores sociales que están con ellos aseguran que son un gran problema”, era otro de sus postulados.

Es la posición de Ciudadanos la que más ha cambiado de un tiempo a esta parte. “A los madrileños que creéis en la libertad y no queréis que Madrid caiga en manos de populistas os pido la oportunidad de ser el presidente de todos. Somos mayoría. Vamos a ganar”, lanzó Ignacio Aguado durante su 'minuto de oro' en el debate electoral de Telemadrid.

La campaña

La “remontada” era la posición desde la que se movía un PP que se veía como “única opción de frenar a la izquierda”. En el PSOE buscaban la mayoría para poder formar un Gobierno que resultase “una alternativa de progreso”, con Ciudadanos convencido de que podía ganar las elecciones “con moderación y honestidad”. Más Madrid se posicionaba de forma clara contra Vox, que se escudaba en la “valentía”, y Podemos tiraba de su clásico “Sí se puede”.

Monasterio fue la candidata que más se desplazó por la Comunidad (más de 450 kilómetros), seguida de Ayuso (más de 400 y 24 actos, tantos como la candidata de Vox). Aguado (350 kilómetros), Gabilondo (menos de 300) y Serra (menos de 200) cerraron una lista en la que Errejón no computó al ser el líder también nacional de su partido.

También hubo dos grandes debates electorales, en idénticos escenarios a los de ahora: Telemadrid y la Cadena SER. En el primero, participaron todos menos Errejón (se lo impidió la Junta Electoral), con Ayuso ausentándose del segundo. A diferencia de lo ocurrido ahora, no se dio ninguna discusión a seis.

Las polémicas

Hay que partir de la base de que la repercusión de las elecciones a la Asamblea madrileña de 2019 fue ínfima en comparación con la de las que nos ocupan hoy: coincidieron con el resto de comicios municipales y autonómicos a lo largo y ancho de España. Sin embargo, hubo hasta tres momentos sonados en la campaña.

Primero, la Junta Electoral Central avaló que Errejón quedase fuera de los debates electorales que pudiese organizar Telemadrid, ya que su partido era de “nueva creación” a nivel autonómico: las coberturas periodísticas de sus actos y la posibilidad de participar en debates televisados no podían ser los mismos que los del resto de principales formaciones. Esa fue la gran polémica relativa a los debates, nada que ver con las vividas ahora entre Ayuso e Iglesias y, sobre todo, entre Iglesias y Monasterio.

Después, hay que destacar los escraches sufridos por Ciudadanos y el PP en la pradera de San Isidro: Albert Rivera, Ignacio Aguado y Begoña Villacís fueron increpados e insultados por un grupo de personas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), al igual que el hoy alcalde José Luis Martínez Almeida.

Las elecciones madrileñas de 2021 frente a las de 2019: Iglesias cambia la forma, pero no el fondo

Hay un cierto paralelismo entre este hecho y las amenazas recibidas ahora por Marlaska, Iglesias, Reyes Maroto y la directora de la Guardia Civil. Sin embargo, la condena de Rocío Monasterio fue mucho más explícita entonces: “Es una muestra de que hay algunos que no respetan las reglas democráticas. Es intolerable que se haga un escrache a cualquier político por sus ideas. Mi solidaridad con Begoña Villacís y José Luis Martínez Almeida”.

Por último, Isa Serra y Podemos pusieron en cuestión las donaciones del empresario Amancio Ortega a la sanidad pública española. “La sanidad pública no puede aceptar donaciones de Amancio Ortega. Se debe financiar con impuestos. Los mismos que esquiva y elude Inditex. 600 millones en tres años […] No vienen precedidas de un análisis experto que estudie dónde se distribuyen los recursos. Esto provoca desigualdades y enfermedades y pacientes de primera y segunda clase”, opinó entonces, llevándose los reproches de Ayuso y Albert Rivera.

No obstante, el tono distó mucho del actual, en el que el enfrentamiento público entre Podemos y Vox de días atrás ha convertido la campaña en un pulso entre “fascismo” (lo que la izquierda dice de la derecha) y “comunismo” (lo que la derecha dice de la izquierda). Que estas elecciones no vayan acompañadas de ningunas otras ha contribuido, además, a realzarlas.

Los resultados

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El PSOE fue el partido más votado, llevándose 37 escaños por los 30 del PP, los 26 de Ciudadanos, los 20 de Más Madrid, los 12 de Vox y los siete de Podemos. El Gobierno acabó por ser para Ayuso, que pactó con Ciudadanos para convertirse en presidenta.

La igualdad también estará a la orden del día el 4-M. Según una encuesta de Electomanía: EM que publica La Razón este lunes, no habría mayoría absoluta para ningún partido nada más acabar las elecciones. Ayuso y el PP se quedarían a nueve escaños de conseguirla, con 60 diputados que les dejarían a una distancia considerable de sus rivales: 33 para Gabilondo y el PSOE, 20 para Mónica García y Más Madrid, 13 para Rocío Monasterio y Vox y 10 para Pablo Iglesias y Podemos, con Edmundo Bal y Ciudadanos quedándose fuera de la Asamblea.

Con estos resultados, no habría mayoría absoluta para un posible pacto de izquierdas, y sí en el caso de que Vox y el PP se aliasen. ¿Ocurrirá esto último? ¿Podría darse un Gobierno del PP en minoría ante la proximidad de otras elecciones obligatorias por ley (2023)? ¿Veremos un escrutinio final radicalmente distinto al de la encuesta más reciente? Cada vez queda menos para saberlo.

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