Los vecinos temen que barras y terrazas conviertan las calles del centro en sanfermines

La Asociación Hostelería Madrid ha pedido al Ayuntamiento este viernes, tras mantener una reunión con la vicealcaldesa Begoña Villacís, que los bares y restaurantes que no cuenten con terraza, la gran mayoría en la capital, puedan sacar a la calle mesas y sillas anexas a los locales, de manera excepcional, y con un horario máximo hasta las doce de la noche “para proteger el descanso vecinal y conciliarlo con la urgente reactivación económica”. Hostelería Madrid recuerda que solo uno de cada cuatro negocios de hostelería de la capital dispone de terraza.

En un comunicado, los hosteleros madrileños aseguran que esta medida "excepcional" permitiría que ningún negocio se quede atrás en la crisis. También subrayan que con esta autorización se podría permitir, tanto delante de la fachada de los establecimientos hosteleros como de los colindantes, el uso de las bandas de aparcamiento cercanas para facilitar el servicio a los ciudadanos en espacios abiertos. Treinta mil puestos de trabajo en el sector están en la cuerda floja con la crisis originada por la pandemia del Covid-19.

La Asociación Hostelería Madrid está a favor de ampliar espacios y horarios de las terrazas pero en contra de sacar las barras de los bares a la calle, al estilo de las fiestas populares. Creen que esas barras exteriores podrían propiciar aglomeraciones indeseadas en estos momentos. Una medida que está estudiando el Ayuntamiento de Madrid como ha reconocido la vicealcaldesa, Begoña Villacís. La comisión de terrazas del consistorio madrileño ya ha aprobado la utilización de las bandas de aparcamiento y de otras zonas para ampliar las terrazas. De esa manera sería mayor el número de mesas a las que se les aplicaría la reducción del 50 % de aforo, una vez que Madrid alcance la fase 1 de la desescalada, así como la ampliación de horarios en aquellos lugares que no sean de especial protección acústica.

RECHAZO VECINAL A LAS BARRAS EN LA CALLE

Asociaciones vecinales de Centro, Arganzuela, Retiro y Chamberí han mostrado ya su absoluto rechazo a lo que califican de "acciones temerarias", como sacar barras de bar a la calle ante las previsibles aglomeraciones que pudieran producirse, destacaba en un comunicado la Federación Regional de Vecinos de Madrid (FRAVM).

“No podemos permitir que nuestras calles se conviertan en una especie de sanfermines; eso sería lo que pasaría en un barrio como Malasaña donde hay 650 bares para treinta mil habitantes, es decir una media de un bar por cada cuarenta vecinos. Eso significaría que nuestras calles se verían totalmente ocupadas por ese tipo de actividad”, asegura, en declaraciones a COPE, el presidente de la Asociación de Vecinos Somos Malasaña, Jordi Gordon, que califica esta situación como una amenaza a la salud pública.

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Jordi Gordon, presidente de la Asociación de Vecinos Somos Malasaña

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VECINOS DE LA LATINA: "ES UN DESPROPÓSITO"

En esa misma línea, el presidente de la Asociación de Vecinos Cavas-La Latina, Saturnino Vera, afirmaba a COPE: “No vemos con buenos ojos que se saquen las barras de los bares a la calle como si esto fuera una fiesta continua con todo lo que está pasando. Es un despropósito total; con la enorme cantidad de locales que hay en el Centro, se haría impracticable poder caminar con la distancia de seguridad necesaria, si al final eso se lleva a término”. Vera concluye: “le pedimos a Begoña Villacís que deje las terrazas como estaban, que ya es bastante, y que busque otro tipo de soluciones que garantice las distancias de seguridad para evitar contagios de coronavirus”.

Los colectivos ciudadanos entienden que sacar barras de bar a la calle "va en contra de las más básicas medidas de distanciamiento social". "No en vano el alcohol induce a la relajación de las conductas y produce aglomeraciones de gente en lugares específicos", han advertido. Consideran que este tipo de acciones pueden llevar a un nuevo confinamiento, lo que terminaría por impactar negativamente en todas las actividades económicas de nuestra región".

CON LA MÚSICA A OTRA PARTE

La posibilidad de ambientar con música la instalación de las terrazas de Madrid tampoco ha sentado nada bien a las asociaciones vecinales. La vicealcaldesa, Begoña Villacís, justificó en un primer momento esta medida con una adaptación de un decreto de la Comunidad de Madrid, que permitiría la ambientación musical con un máximo de 80 decibelios. Sin embargo, la Asociación de Vecinos de Madrid Centro denuncia que si bien este extremo es cierto, la misma normativa excluye a las terrazas.

Desde la vicealcaldía se lo han pensado dos veces y reconocen ahora que la música no podrá emitirse en las terrazas, sino en el interior de los bares y siempre por debajo de esos 80 decibelios. Algunas asociaciones vecinales como la de Retiro Norte han llegado a amenazar con boicotear a los bares y restaurantes con esas caceroladas tan de moda en los últimos tiempos, si finalmente hay música en las terrazas.

En cuanto a horarios, una vez que la Comunidad de Madrid alcance la tierra de promisión de la fase 1 (si llega algún día), se van a ampliar desde las diez de la mañana hasta las dos de la madrugada, de domingo a jueves, y de algo más los viernes, sábados y vísperas de festivo. Las Zonas de Protección Acústica, no obstante, contarán con un horario más reducido.