Nueve de cada diez objetos perdidos no son reclamados por nadie

Ropa, maletas, carteras, monederos, gafas, peluches gigantes, instrumentos musicales y dispositivos tecnológicos como móviles, tabletas y portátiles. De todo hay en este cementerio de objetos olvidados que parece remedar el deslumbrante y gótico cementerio de libros olvidados del nunca olvidado Carlos Ruiz Zafón. “Desde un vestido de novia a un traje de torero, un saxofón, un bastón de invidente o una silla de ruedas (¡cómo se puede perder una silla de ruedas!), hasta un décimo de lotería premiado o una mochila con doce mil dólares”, enumera la responsable de la Oficina de Objetos Perdidos, Carmen Fernández.

Ni el 15% de los objetos extraviados son reclamados por sus dueños. Para poder recuperar todo lo que perdemos, la mayoría de cosas en el transporte público, lo mejor es seguir estos pasos: llamar al teléfono 010 o escribir al correo electrónico objetosperdidos@madrid.es haciendo constar cuándo y donde se perdió y describiendo el objeto de marras. Los trabajadores de la oficina consultan en la base de datos y comunican si el objeto en cuestión se encuentra allí o no. Si se guarda la factura o ticket de compra mejor que mejor.

Si al cabo de dos años nadie reclama el objeto perdido se lo queda la persona que lo encontró, el llamado hallador, se entregan a oenegés o incluso se subastan. Si no tienen ningún valor se eliminan y reciclan. El dinero recaudado va a parar a las arcas municipales, cien mil euros el año pasado.