El 54,1 % de los españoles prefieren las nuevas tecnologías a la hora de pagar

Nuestra manera de relacionarnos, trabajar y llevar a cabo actividades cotidianas ha ido cambiando y evolucionando de la mano de la tecnología. En estos últimos 2 años, estos cambios han aumentado y se han acelerado a causa de la pandemia.

Uno de los hábitos que más ha variado durante los últimos 10 años, y que ha sufrido un empuje a causa de la pandemia, es la forma en la que pagamos. Así lo refleja un estudio del Banco de España, que lleva realizando desde el año 2005.

En la encuesta, hecha a nivel nacional, el 36% de los encuestados manifiestan que el efectivo es su medio de pago más habitual. Un porcentaje un poco mayor en los municipios de menos de 100.000 habitantes, con un 37,5%. La mayoría de los encuestados, un 54,1%, se decantan por la tarjeta de débito como su medio de pago preferido.

La dinámica descendente en la preferencia del dinero en efectivo a la hora de pagar es sostenida desde el año 2014, cuando el 80% la elegían como primera opción. Este método de pago sigue siendo no obstante el medio más usado en la población de menor y mayor edad.

Pero no sólo los usuarios, también los negocios han cambiado la preferencia en el método de pago. Si nos fijamos en el pequeño comercio, el 26,4% lo considera su medio de pago preferido (en 2019 el porcentaje era del 36,2%), mientras que el 64,8% prefieren las tarjetas de débito.

Y la diferencia va a ir en aumento. Según la encuesta, el 40% de las personas entrevistadas prevén aumentar el uso de nuevas tecnologías para pagar, frente al 24% que tenía esta intención en 2019.

Este incremento sigue la tendencia de los últimos años, pero crece a causa de la pandemia. Mucha gente ha dejado de usar efectivo por comodidad y como medida de higiene sanitaria. Y también han sido muchos los negocios y establecimientos que prefieren realizar el cobro por medio de la tecnología.

Y esto va a continuar en el futuro. Un dato muy significativo que ratifica esto es que el 69,1% de los ciudadanos y un 61,3% de los establecimientos encuestados que ya han modificado sus hábitos, tienen intención de mantenerlos en el futuro próximo.