La CHG acusa a Melilla de falta de lealtad institucional al “politizar” una obra

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha acusado a la Ciudad Autónoma de Melilla de falta de lealtad institucional al criticar un retraso en una obra de mejora en la planta desalinizadora causado por ellos mismos, lo que supone, a su juicio, una incongruencia y una politización de este asunto.

En una nota, la CHG ha salido así al paso de las críticas de la Consejería de Medio Ambiente por el nuevo encargo para la ejecución de la línea eléctrica para la ampliación de la planta desaladora, sobre la que se ha decidido atender la petición del cambio de trazado de la Ciudad Autónoma, basada en criterios técnicos y avalada por el propio Gobierno melillense.

Según la CHG, el anterior Gobierno de Melilla pidió modificar el encargo de la línea eléctrica por un cambio de trazado, si bien la comisión de seguimiento del convenio suscrito entre las administraciones decidió esperar ante el inminente cambio de corporación tras las elecciones para que el nuevo gobierno ratificara dichos cambios, como así fue.

La CHG también ha rebatido al Ejecutivo melillense sobre las deficiencias en la desaladora, aclarando que en el acta de recepción de la obra de ampliación se acordó que se irían solventando en el año de garantía establecido, que finaliza en el mes de diciembre, por lo que el plazo comprometido aún no ha finalizado y faltan aún cinco meses.

En cualquier caso, ha aclarado que otros de los arreglos, cuya inversión podría suponer unos 5 o 6 millones de euros, según la Consejería de Medio Ambiente, no corresponden a la ampliación de la desaladora y por ello no son de su responsabilidad.

La CHG ha reiterado, además, su compromiso para dotar a la población melillense de agua en cantidad y calidad suficiente.