Un día con Pablo Casado: así es Pablo en la intimidad

"Presidente, presidente". Así reciben a Pablo Casado las personas que acuden a escuchar qué ofrece y qué propone para España el candidato a suceder a Mariano Rajoy al frente del Partido Popular.

Este palentino de 40 años, a quien le gusta viajar, leer y al que le apasiona el motor, asegura que el mejor piropo que pueden hacerle es decirle "buena persona". Su carácter integrador le viene de lejos. Siempre ha creído que es necesario rodearse de los mejores, no importa la edad que tengan ni de donde vengan. 

Es verdad que solo le ha dicho a dos personas eso de "cuando quieras, como quieras y donde quieras". Una de esas personas es un hombre: Alberto Nuñez Feijoó. La otra persona es una mujer: María San Gil. 

Pasamos una mañana con el político popular que siempre atiende con una sonrisa, a pesar de haberse levantado a las 6.30 horas de la mañana y de haberse acostado -la noche anterior- muy tarde "duermo muy poco pero en cuanto me acuesto duermo a pierna suelta" nos dice "pero el cansancio lo llevo bien". 

Un día cualquiera en la vida Pablo en campaña es acudir a un acto -se ha recorrido multitud de lugares de la geografía española: desde Ermua hasta Almería, y lo que le queda- atender a los medios de comunicación, hacerse fotos con quién se las pide, escuchar a quienes se acercan a él para animarle o darle algún consejo... él los recoge todos: "vamos a sitios donde nos piden que no les dejemos solos o nos cuentan algún problema al que hay que prestar atención".

Y besos y fotos, y discurso, aplausos y periodistas que casi al unísono soltamos: "Pablo un momento, perdona Pablo...". En su campaña, allá donde esté no faltan militantes, compromisarios, amigos, personas cercanas a la ideología popular que le saludan y le besan y le fotografían... y vuelta a empezar: besos y fotos, y discurso, aplausos y periodistas y entrevistas...

Parte de su familia, que se dedica a la medicina, no vive en Madrid. Le apoya, claro que sí pero "no tengo una familia de torero". Están con él y saben lo que hace pero no se meten demasiado en cómo es su día a día.

Otra cosa es su mujer. Ella entiende, comparte y se preocupa por el día a día de un candidato, su marido, que asegura "duermo siempre en casa por tarde que sea. Me gusta ver a los míos". No en vano, su chica se queda siempre despierta para poder cenar con él "no importa la hora que sea" incluso a veces "desayunamos juntos".

En su tiempo libre ¿hablará de política? Sí. "Muchos de mis amigos están en política y claro el tema sale solo. Con los amigos de la infancia es otra cosa pero al final... la política siempre sale".

Arropado y acompañado de su equipo, Casado demuestra ser consciente de que solo no se consigue nada. Confía en los suyos, sigue sus indicaciones y pregunta qué les ha parecido su intervención. 

Este palentino de 40 años, a quien le gusta disfrutar con su mujer de la gastronomía, será presidente del partido popular si los compromisarios quieren.