Cada año cerca de 8 millones de toneladas de plásticos acaban en el mar

Plásticos en el mar

Carmen Labayen

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Con la actual progresión en 2050 habrá más plásticos que peces en los océanos. Cada año alrededor de 8 millones de toneladas de plásticos acaban en nuestros mares y por ello hacen falta medidas urgentes y drásticas para reconducir la situación.

Los plásticos llegan a los lugares más remotos del planeta. Según un informe de Greenpeace, incluso los hábitats más remotos de la Antártida están contaminados con microplásticos. Los plásticos son entre el 60 y el 80 por ciento de la basura marina acumulada y cada segundo 200 kilos de basura van a parar nuestros mares y océanos.

El Mediterráneo no es una excepción y según un informe de WWF, el uso excesivo de plásticos, la mala gestión de los residuos y el consumo de masas están convirtiéndolo en una “peligrosa trampa de plástico”.

 En él se asegura que la mayor parte de este plástico, que es el 95 por ciento de lo que flota en el mar y en las playas mediterráneas, procede de Turquía y España seguido de Italia, Egipto y Francia, países donde los turistas incrementan la basura marina “en un 40 por ciento cada verano”.

Según su secretario general, Juan Manuel Olmos, “estamos convirtiendo el Mediterraneo en una sopa de polímeros y de plásticos. Así el 18 por ciento ya de todos los atunes y peces espada tienen microplásticos. Nosotros nos comemos estos peces y pasan a nuestro organismo”.

Los trozos grandes de plástico dañan, asfixian e inculso matan a los animales marinos, incluidas las especies amenazadas y protegidas como las tortugas marinas pero son los microplásticos los que alcanzan nivles récrods de concentración. Y es que según este estudio los niveles de concentración en el Medíterráneo son cuatro veces superior a los de la famosa isla de platico del Pacífico.

La costa mediteránea acumula solo el 1 por ciento del agua del mundo y el 7 por ciento de los microplásticos globales. Y España es uno de los países más contaminantes.

Concretamente y según explica Olmos nuestro país es el cuarto mayor consumidor europeo de plásticos y el segundo que más vierte al Mediterráneo, un mar semicerrado donde la basura tiene a estancarse, “básicamente a través de los ríos y, en particular, desde el Ebro; las redes de pesca que somos potencia pesquera y luego es difícil cuantificar todas la cantidad de plásticos que viene desde los invernaderos al mar”.

Para las soluciones ningún país puede remediar el problema por su cuenta, tampoco una región. Está bien asegura como ha hecho la Unión Europea limitar el uso de bolsas de un solo uso pero hacen falta medidas globales.

Entre ellas proponen una cumbre como la del clima de París, un acuerdo internacional para alcanzar un 100 por cien de plásticos reciclados y reutilizables en 2030 además de un llamamiento a las empresas para que invertan en innovación y diseño para alcanzar un uso del plástico más efectivo y sostenible.

Es necesario porque la contaminación por plástico amenaza a 134 especies solo en el Mediterráneo y ya está en nuestros platos. Según la Organización de Consumidores y Usuarios que acaba de estudiar la cuestión con una amplia muestra, hay trazas de microplásticos en más de 6 de cada 10 muestras de sal de uso cotidiano y en los crustáceos que consumimos además de en 7 de cada 10 moluscos.