La Guardia Civil ultima el atestado contra el Chicle
Más de 500 folios detallan el secuestro y desaparición de Diana Quer
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Todo o nada. En estas últimas 72 horas, que se cumplen esta mañana del lunes 1 de enero, la Guardia Civil intenta recabar hasta el último dato o indicio para dar forma a un atestado policial que ya suma más de 500 folios, según fuentes al tanto de la investigación consultadas por COPE.
Hasta que el detenido admitió ante los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) ser el autor de la desaparición de Diana Quer, los investigadores midieron cada paso para obtener esa confesión. Un paso en falso podía echar por tierra un trabajo de 500 días. Desde antes del pasado verano los agentes de la UCO tenían el convecimiento de que José Enrique Abuin Gay era el tipo al que buscaban. Ya sabían para entonces que el Alfa Romeo del Chicle y su teléfono movil estaban en el escenario de la desaparición de Diana aquella noche del 22 de agosto del 2016. La coartada que le ofreció Rosario, su mujer, asegurando que no pudo ser así porque le acompañaba ella en ese momento, sabían que era falsa.
El hecho de que Rosario corrigiera este sábado su primera declaración, ayudó, pero no fue decisivo, según una fuente al tanto de las pesquisas. Sin embargo tras esa manifestación, la mujer quedó libre pendiente de lo que ahora decida su Señoria, una forma habitual de agradecer la colaboración a un detenido por encubrimiento.
Expertos de la Benemérita, “personal muy concreto se encargó de la manipulación” del detenido, cuentan estas fuentes. El mismo equipo que posteriormente le acompañó hasta el pozo en el que apareció el cadáver en una fábrica de madera abandonada en la parroquia de Asados, en el municio de Rianxo (La Coruña).
La UCO había buscado a Diana muy cerca del pozo
José Enrique Abuin no abrió prácticamente la boca durante los trabajos de rescate del cuerpo: “serio, pensativo, cabizbajo, muy jodido…” nos cuenta un testigo. Nada que ver con la actitud altanera y casi desafiante que mantuvo en los momentos iniciales del arresto. Miembros del equipo investigador constataban en ese momento, no sin cierta sorpresa, que en más de una ocasión habían buscado a Diana a escasos metros del maldito pozo.
No hubo sorpresa en casi nada de los que les contó el detenido a lo largo de las dos declaraciones que había prestado hasta primeras horas de la tarde de ayer domingo: “No aporta ningún dato que no sepamos”, comentan entre los integrantes del equipo policial. Otras manifestaciones del Chicle, como que Diana habría fallecido al ser atropellada involuntariamente con su vehículo o que habría intentado violarla sin éxito, no merecen crédito para los investigadores. Ellos tiene su hipótesis de los hechos y esperan a conocer los resultados de la autopsia y otras pruebas para confirmar definitvamente la película de unos hehcos en todo caso horrendos.
40 agentes voluntarios por Nochevieja
Las pesquisas en torno al principal sospechoso se aceleraron en las últimas semanas. El pasado 20 de diciembre un nuevo equipo de agentes de la UCO se desplazó desde Madrid a las puertas ya de la Navidad. Se disponían a cerrar el círculo antes de explotar la operación. La inesperada decisión del Chicle de salir a cazar a otra de sus víctimas la noche del 26, precipitó los acontecimientos. Nuevos agentes subieron de refuerzo desde la capital de España. Aún siendo hechos distintos, el modus operandi de esa noche, denunciado con todo detalle por la joven de Boiro, ratificaba la idea con la que trabajan los guardias sobre Diana Quer: Habría secuestrado a la chica tras arrebatarle el móvil, la habría introducido en el maletero del coche y trasladado a algún lugar en el que habría consumado una agresión sexual, quitándole posteriormente la vida. Por suerte la víctima de Boiro logró zafarse del agresor durante el intento de secuestro.
A partir del martes se estableció un control las 24 horas del día sobre el objetivo. Buscaban que un movimiento, una llamada, una gestión le delatara definitivamente o permitiera ampliar el voluminoso atestado. No se estaba ya dispuesto a esperar mucho. La detención se habría llevado a cabo probablemte esta misma semana o poco más tarde, según nuestras fuentes, pero indudablemente la publicación de ese despliegue policial precipitó la operación.
La filtración no ha puesto en peligro el éxito de las pesquisas, según nuestras fuentes, pero si ha podido aumentar el riesgo que de entrada se corre siempre con un criminal de estas características, rodeado de un entorno especialmente violento. “Algún compañero de los que se le seguían se podrían haber llevado una sorpresa desagradable”, dice un agente. Después del arresto del presunto criminal, y a la espera de que se confirmen los hechos que se le imputan, uno de estos guardias civiles asegura que “ha merecido la pena. Esta Nochevieja cenamos fuera de casa y lejos de nuestra familia pero ha servido para que una familia destrozada desde hace más de un año descanse por fin.” Otro de los miembros del equipo investigador admite que ha sido un año duro, con sinsabores, peleando contra viento y marea, pero al final lo hemos conseguido”. Más de 500 folios recogen ese trabajo que presentan este lunes junto al detenido ante el juez. Es el momento de la Justicia.